LLAMADOS A PROCLAMAR
P o r R o b e r t M e l e v i n
¿Quién, yo?
Sí, te llamo — a ti—mi escogido;
Te llamo –a ti– mi espejo, mi reflexión;
Te llamo –a ti– a proclamar el nombre sobre todo nombre;
Te llamo –a ti– a ver, a servir, a amar.
¿A hacer qué?
Regar semillas, de mi Palabra plantada hondo;
Abrir corazones, a la Palabra hecha carne;
Decir la verdad, sobre el amante que murió por sus amados;
Vivir la historia, como amantes y soñadores
de un mundo que renace.
¿Con quién?
Mi espíritu que enciende corazones en llamas;
Maestros y compañeros, que viajan a Emaús;
Santos y héroes, que pasan la prueba de fe sin tiempo;
Papas y obispos, que autentican y perseveran.
¿Y cómo?
Acepta silente, deja que hable mi palabra;
Busca afinidad, arriésgate a darte a conocer;
Atrévete a amar, a abrazar a los otros;
Comparte la Eucaristía, sé bendito y quebrado.
¿Como quién?
Un humilde lavador de pies
Un corredor de riesgos
Un sanador herido
Un escucha silencioso
Un profeta por la paz y la justicia
Un servidor fiel.
¿Con qué?
El fue de textos sagrados
La tierra de la Tradición
El viento de la palabra elocuente
El poder sin edad que transforma
¿Y qué?
¡Sé mi catequista!